domingo, 28 de septiembre de 2014

Pañuelos numerados

Pañuelos, pero pañuelos de mocos (no de esos que se llevan en el cuello en Otoño/ Invierno). Pañuelos de mocos numerados. Me das el paquete de clinex personalizado por tí (todo un artista) y nos vamos a misa. Es de noche, me encantan las noches a tu lado. Me encanta pensar que duermes en mi cama y que te vuelves invisible. Y que, cuando estoy profundamente dormida, entonces, cuando no puedo sentirte y estoy divagando por aquel otro mundo de fantasía.... entonces es cuando te vuelves visible y me rodeas con tu brazo, protegiéndome de los monstruos contra los que yo ya estoy luchando dentro de mi cabeza. Me susurras al oído que todo va a ir bien, que estás conmigo, que jamás te irás. A esas alturas de la noche es cuando apareces en mis sueños.
Vuelvo a mirar al paquete de pañuelos. Ahora falta uno, el primero (o mejor dicho, el segundo *2). He pensado que no quiero leerlos todos de golpe. Perdería toda la gracia. Y tengo la sensación de que va a ser muy divertido ir poco a poco leyendo las palabras que con tanto amor has impreso con tinta en cada uno de ellos. Lo sé, estoy segura. Además, así no desvelo el misterio que hace que sean tan especiales. Tienen una finalidad : recomponerme en mis resfriados. Y dejaré que se cumpla dicho objetivo.
Mi pequeño y siempre dulce principito, muchísimas gracias por seguir dándome estos detalles gratuitos, diciéndome que me quieres tan sólo con unos pocos pañuelos numerados. Me emociona que hayas empleando parte de tu tiempo en crear todo un mundo dentro de cada pequeño trozo de papel. Siento no ser tan ingeniosa, supongo. Eres impredecible y estás lleno de sorpresas. Eso es algo que me enamora de ti, una de las muchas cosas. ^^. Gracias por ser como eres.
Dulces sueños mon amour, yo también te quiero. Siempre lo he hecho.







HEY

Pienso en tí. Pienso en que ojalá se te ocurra llamarme esta tarde. Yo probablemente no lo haga.
Es domingo y estás estudiando. Y no quiero ser la causante de que dejes de estar concentrado en eso para pasar a concentrarme en mí. Ayer cuidaste de mi como el príncipe dulce que eres, y de veras que lo agradezco porque no tenía fuerzas ni para levantarme de la cama. Hoy sigo con agujetas y me duele un poco al tragar, pero con diferencia estoy mejor que ayer. Así que ya sabes, estaré pendiente del móvil por si en uno de tus descansos decides llamarme en vez de tocar la guitarra.
PD: Debería escribirte más a menudo, lo mereces demasiado amor. Un beso:  tu lady :)



domingo, 10 de agosto de 2014

Todos sangramos rojo

Ya esta bien de juegos sin reglas. Ya vale de ser niños siempre a todas horas. Estoy harta de palabras huecas que justifican lo que nadie sabe explicar. Estoy confusa porque no puedo, ni quiero, ni se como decirte cómo me siento o he sentido estos días.
He sentido dolor. Lo sabes, lo sientes y te mata. Únete, yo ya soy una zombie. Total, en nuestro mundo solo estamos tú y yo, así que esto tenía que pasar alguna vez, ¿no?
No. La respuesta es quizás. Quizás éramos tan idiotas y estábamos muy ciegos. 
Cést la vie y es el amor. Y son también los problemas de comunicación. Son los segundos y los kilómetros que los controlan. Son las miradas y las sonrisas y el abrumador y sofocante calor de este agosto. Han sido ecuaciones sin respuesta, límites complicados y etelvina no estaba.
Admitamos que nunca hemos sido unos genios en matemáticas. Ni tú, ni yo, ni las malditas dudas. Dios, esas si que son malas cuando se trata de ser racional.
Ahora estarás mirando la luna, una luna redonda y blanca. Es bonita, ¿verdad?
Te diré un secreto, pero solo porque confío firmemente en tí. 
Ella lo sabe todo. Sabe cada detalle de nuestras historias independientes y de la que escribimos juntos con un mismo bolígrafo bic azul. Ella sabe todo lo que tú y yo le contamos y lo que no y lo que nos morimos de ganas por volvernos a ver. Quizás tengamos que asesinar a la luna un día de estos, por abrazar nuestra intimidad sin permiso y reírse de nuestras desdichas tan tontas. 
Te dejo esta canción porque estaba revisando nuestros recuerdos (Dios eres taaaaaan dulce, jamás me cansaré de decirlo) y la encontré. Encontré la letra desordenada de un chico que, como yo y nuestro mundo herido, sangra rojo...



Ya lo pensaremos.

sábado, 5 de julio de 2014

Días de playa

Ya tengo ganas. ¿Ganas? Eso es poco decir en relación con el entusiasmo que recorre mi cuerpo solo con imaginarnos en la playa. Ya no es solo pasar los días y las noches sino el simple hecho de estar contigo. Pero ¡ah! las noches. (Suspiro). Despertarnos bañados en el sudor de nuestros cuerpos que han pasado abrazados bajo la mirada de la luna... No son ganas, es un deseo incontrolable.
Y también pasear por el puerto, bailar hasta muy tarde al son de el vals que entona el mar y construir nuevas constelaciones imaginando que tenemos un pincel mágico capaz de unir estrellas.
Conocer a tus amigos, de los que tanto hablas, conocer tus recuerdos y tu infancia. Asimilar sus voces, la melodía que tiñe tu memoria y aprendérmela al dedillo para poder saber más y más acerca de ti.
Quererte, tal vez incluso con más fuerza de la que ya te quiero. Guardar silencio, escucharte, aprovechar cada segundo que nos brinde el tiempo.
Pasar a tu lado unos maravillosos e irrepetibles días de playa.






miércoles, 11 de junio de 2014

Judías verdes

En mi sueño me despertabas. Y ¡oh, bendito subconsciente! no llevabas camiseta. Y así es como pasaba: te tumbabas a mi lado, muy dulcemente, con cuidado de no molestarme o interrumpir mis sueños.
Me acariciabas. Dios, tus manos. Las echo de menos. Abro los ojos y ahí estás, sonriendo levemente, con tu carita de loco enamorado. "He cocinado judías" me dices, provocando una carcajada que suspira: "amor... eres perfecto".
Vamos a la cocina, los dos ya vestidos y relucientes. Tengo que reconocer que tienes un olor increíble. Y me derrito pisando tus huellas mientras te sigo hasta la encimera. Me sientas sobre esta. "Espera, tengo que quitar el caldo" dices. Y lo haces, eres un completo desastre. Me encantas. El líquido hirviendo se esparce por las baldosas, creando el caos en nuestro mundo. Una vez más, tú eres el causante de que me duelan las mejillas de tanto reír. El catalizador de mi felicidad eterna.
Te encojes de hombros. Siempre tan indiferente a que las cosas puedan salir mal. Para ti no existe eso. Tienes la solución a todo, las gafas en 3D que permiten ver el mundo como una oportunidad y no como un reto insuperable. Luchador nato. Nunca te rindes ante nada. Admirable caballero, quijote ansioso de aventuras inventadas.
Y ahí estoy yo, rodeando tu cuello con mis manos. Cierro los ojos y te beso la frente, siento tu nuca bajo las yemas de mis dedos. Te tengo, eres mío. Es como cuando por primera vez en tu corta existencia te das cuenta de que no quieres soltar tu caramelo. Lo cogiste por casualidad en una cabalgata de reyes, entre todos los que habían tirado, ese es tuyo. Y que siga lloviendo dulce te da igual, tú vuelves a casa y lo guardas como si fuera un tesoro. Algunos no lo entienden, no entienden que la noche en que lo hiciste tuyo era mágica, a pesar de no ser el día de reyes y de que tú no seas un caramelo.
Porque no, esta vez no lo eras. Ayer, en mi sueño, eras desorden, risas y judías verdes.

sábado, 24 de mayo de 2014

Eres

Porque sí, lo eres. Eres mi pasado mi presente y mi futuro. Eres ese instante de misterio y ese segundo de incertidumbre. Eres la caricia que recorre mi cuerpo, eres el beso que se posa en mis labios. 
Y es que no quiero que seas de otra manera, porque tú eres así y me gustas tal y como eres: despreocupado, el despiste personificado, el mejor detalle cuando menos me lo espero, la razón de que suspire y me ría de tus tonterías. 
Eres nuestros recuerdos, un banco al lado de otro banco, sabor a palomitas y música cuando corres. Eres un coche amarillo, una chapa de lata, un trozo de pizza los martes. Eres los ojos más bonitos del mundo, el brillo que destilan, el amor que contagian tus miradas. 
Eres esa sonrisa tonta que de vez en cuando, sin ningún motivo se dibuja en mis labios. La misma que ahora, sin darte cuenta,está dando vida a tu rostro. 
Eres dulce, tan dulce como el azúcar. Eres una dosis extra de apartamo.