miércoles, 30 de noviembre de 2016

Prosa poética

Despiértate, vamos a soñar los dos. 
Vamos a dejarnos vagar por los mudos versos de tu voz. 
Despiértate.... vamos a esquivar a Dios zigzagueando por las nubes de tu cuarto, derrapando por la nieve de tus paredes, sin que el gotelé detecte nuestra esencia a vainilla...

He dejado una nota en tu escritorio, no la leas todavía. 
Espera a que me vaya, a que el sordo peso de la puerta se funda con el dintel. A que me pierda fielmente al otro lado de la madera, y léeme. 

"Descífranos, almas sin cuerpo, criaturas sin creador. Nunca coincidimos, siempre devolvimos el cambio al vendedor. Descífranos, cifras impares; partículas del aire hechas cenizas. 
Los restos que resultan del ardor de una puesta de Sol, observando un arco sin arquero (superviviente del tiempo) abrazados desde un mirador".

Despiértame, que quiero soñar contigo.
Acerca tu boca a mi oído y dime que hacia delante es la única opción.
Despiértame, dime que lo ves tan claro que no hay faro más argénteo que tu razón.
Y la verdad es que no hay razones, no hay motivos que accionen o accidentalmente disuadan o refrenen el impulso que nos arroja en pos del otro. Es simplemente un hecho, innato, propio de los latidos que se acompasan de tu pecho al mio. Propio de los dos.

Retratos, ambiguo y androgino - couple portraits, androgynous, androgen.


jueves, 14 de enero de 2016

Poquito a poco

Poquito a poco, no vaya a ser que saturemos el instante y cubramos de niebla lo que ya está despejado. Una incógnita menos, una solución más.

Poquito a poco, besito a beso. Y mejillas rojas por la huella de unos labios.
No es vergüenza, es un reír y ver que aunque haga frío últimamente no dejo de soñar contigo, en ti y sin ti.

La jaula está abierta, eres libre de volar en tu dirección. Yo ya estoy en el cielo y a veces me poso en un árbol cercano para ver si ya has salido o sigues elaborando la fórmula matemática que te proporcione un majestuoso viaje lejos de allí. Solo tienes que levantar la cabeza y ver que no hay puerta que te impida emprender el rumbo.


Y nos llamarán locos y les devolveremos la sonrisa.