martes, 31 de octubre de 2023

4 años después

Igual que en las películas, el tiempo pasa relativamente rápido. Los protagonistas ya tienen hijos, o en mi caso, sobrinos, y trabajan de lo que nunca quisieron; pero esto les facilita empezar su propio capítulo a parte. Este es mi capítulo. 4 años después me siento en una silla gris, con el portátil ante mis ojos sobre el escritorio de madera de roble. El vaso de cristal con reflejos esmeralda lleva el grabado de Coca-Cola pero sólo contiene agua. Lo miro y bebo un sorbo. El agua viaja rozando mis labios, se desliza en mi boca y desaparece por la garganta, refrescando el paladar a su paso. El vaso queda medio vacío, o medio lleno. Todo es cuestión de perspectiva. Noviembre está a unas horas de distancia, igual que Berlín. He vivido en Madrid un tiempo largo, en Barcelona 8 meses y llevo casi dos años en Alemania. Noviembre no queda lejos y con él se abrirá el vacío lleno de posibilidades para escoger destino. Pero el verdadero viaje ha sido el realizado hacia el centro de mí misma. Por supuesto, ha tenido fases repletas de turbulencias y de loopings, de risas y de descubrir un mundo con una magia indescriptible. Y sigo viajando, infinitas leguas sin siquiera un mísero equipamento de snorkel. Desnuda. A sangre fría, destapando heridas y encontrando plantas medicinales en el centro de la jungla emocional, que cumplen su papel como antídoto. Son los juegos del hambre, o del hombre, o de la mujer. Sí, de la mujer. De ESTA mujer. Es el juego de la Vida. Igual que en los libros escritos para niños, pero que realmente tienen su verdadero público en los adultos, me lanzo diariamente a la madriguera persiguiendo un destello de pelaje blanco. Sin promesas y encontrando aventuras. Voy detrás del arte y de la cultura, me he coronado reina del teatro y recolecto personas que tienen un corazón inmenso y que están dispuestas a aprender del error. Personas hechas de Valores, de Empatía, de Amor. 4 años es un relámpago, un parpadeo que deja los ojos llenos de arrugas y sabiduría. Es el tiempo que pasa entre nuestro ayer y hoy. Miro atrás y veo lo mucho que he cambiado. Siento orgullo de los pasos que he dado, aún con miedo, fuera de mi zona de confort tantas veces. Siento con fuerza que he crecido, hacia dentro. Y hacia fuera. Me siento real después de haberme soñado así tantas noches. Sigo siendo potencia, me falta mucho por hacer, por moldearme en el torno. Figura y alfarera, masa y manos que con cuidado, paciencia, constancia, amor y arte me acarician y me van haciendo más. Más. Y más. Capaz de observar lo que me rodea y seguir enamorándome de instantes. De los colores del Otoño en los senderos de detrás de casa, incluso en días nublados donde la luz es difusa y los cuervos vuelan rozando con sus alas los campos de trigo ya vacíos. Enamorándome del silencio que reina en casa y me permite agudizar el oído para distinguir las teclas, y el viento tras la ventana e incluso, si me detengo el tiempo suficiente, el latir de mi corazón en mis orejas. Es bonito, y a la par un tanto triste. Cómo el tiempo pasa entre los espacios de los dedos, habitando cada hueco pero no dejando que guardemos un sólo segundo en nuestra palma. No poder volver, no querer tampoco del todo. La nostalgia es un plato cruel, que promete un banquete y nunca termina de saciar. Es bonito, y a la par sádico y aterrador. Vivir nuestros días aprovechando cada mínimo detalle aún sabiendo que según el tiempo vuela, nos lleva en su lomo siempre un milímetro más cerca de la muerte. Ah, el existencialismo no podía faltar. La mente consciente de la propia existencia nos hace realmente humanos. De pronto es de día y el vaso de cristal es una taza grande y estrecha de color turquesa oscuro, con la silueta de un árbol sin hojas repleto de ramas que nacen a su vez de otras ramas y acorralan hasta el último espacio libre de la taza. Té de roiboos para empezar la mañana. Noviembre se acerca, igual que Berlín. 4 años después hay tanto y noy nada que decir. Somos esponjas, que absorven el mundo y hacen crecer su propia red neuronal. Sigo aprendiendo de la historia, para no repetir errores, para nuntrirme y entender por qués que se quedaron sin respuesta 4 años atrás. Y hace más tiempo. Rehago significados, los deslío y los vuelvo a redactar para comprender de dónde venía y qué es lo que buscaba. Para entender de dónde vengo y cómo encontrar lo que quiero. Todo ayuda, esto también. Sacarlo fuera, vaciarme, como a sorbos de té.
Att. Lady Winter.

miércoles, 23 de octubre de 2019

Aunque tú no lo sepas

Aunque tú no lo sepas, aunque a tí no te importe, aunque te de igual la vida o aunque la ames, aún sigo pensando en lo mucho que nos quisimos. Tranquilo, ya no siento ese tipo de emociones tan intensas al recordarte, pero es extrañamente divertido encontrar tu silueta en sueños (todavía). 

Hay más cosas que no sabes, como que soy muy feliz, inmensamente feliz, o que me he tomado un año sabático de besos (totalmente teórico) en el que (totalmente en la práctica) me he encontrado a mí misma. Sí, me había perdido. En nosotros, en lo nuestro. Eso tampoco lo sabías. Ignoras por tanto que tuve mis dificultades para arriesgarme a querer-me- y querer al mundo de nuevo, por miedo a que tanto derroche de amor pudiera dañarme tanto como lo hizo el final de nuestra relación. (Aquí cada uno dramatiza el texto de su propio teatro a su manera, y en la improvisación de mi vida en este aspecto he querido dejarme fluir por las emociones de la mejor forma en la que he sabido).

El tiempo me ha permitido sangrar y recomponerme, incluso salir fortalecida del dolor de la pérdida. No es que piense que estés muerto, pero sí que te tengo archivado como una muerte simbólica en mi cabeza. Y toda muerte conlleva su proceso de duelo hasta la aceptación, momento en el que rehaces tu vida adaptándote a esa ausencia.

Por último matizar que no escribo esto para tí, sino para mí. Últimamente lo hago todo para mí, y Dios, qué bien sienta. Echaba de menos ser tan genuinamente yo, tan desnuda y animada, tan llena de vida y de energía. (auto-high-five). Como ese Giraluna que ha dormido por el día y ha cargado sus pilas de por vida tomando el Sol en completa armonía con ella misma y la Naturaleza, y ahora ya no necesita dormir nunca más, y se pasará los días y las noches cantándole a la Luna  (porque es Hija de la Luna) y trepando por las nubes (porque allí es a donde pertenece su alma). 

Pd. He conocido a alguien, un ser del multiverso que ha despertado en mí el deseo de amar a otra persona, como alguna vez te amé a tí, aunque esta vez de manera diferente. Porque yo soy diferente, y él... bueno, él es, existe y existe en mi vida, y eso -simplemente- es maravilloso. 

Así que supongo que lo que quiero decir con todo esto es "Gracias". Porque sin tu paso por mi camino no me sentiría tan dueña de mí a día de hoy, y  -AUNQUE TÚ NO LO SEPAS- te estoy eternamente agradecida por ello.

Un cordial saludo que cierra definitivamente nuestra historia, 

Att. Lady Winter.

lunes, 25 de marzo de 2019

Entrada sin título completada en 2019

Un secreto: una reflexión.
En la escuela deberían enseñar a decir que no, y a decir que sí, y en general a decir las cosas. En la escuela, sin embargo enseñan conocimientos "básicos" para igualar a la población. 

Contenidos extra-curriculares: aprender a levantarse, aprender a aceptar la muerte, aprender a aceptar a las personas, aprender a caminar hacia delante.

Ella es una chica inteligente.

Te echo de menos, no sé cómo decirlo, porque no quiero decirlo. 
Me gustaría dejar de pensar un solo segundo, no en ti sino en la pena que me da todo esto, porque ha sido muy lindo.
Y quiero estudiar, de verdad que quiero, pero me resulta imposible si no sales de mi cabeza. 
Vete por favor, y no vuelvas. Aunque te querría y te quiero a mi lado siempre... necesito de veras que te vayas y no verte jamás. 
Dios, te he dado tanto de lo que soy... las letras pierden su sitio y se difuminan, los ojos se me cubren por un telón translúcido y la noto, nota la lágrima resbalar por mi mejilla.Y cae ella, tan sola como yo delante de esta pantalla estúpida. 

No es obsesión, es amor. Mi primer amor, uno inolvidable, y espero que no sea el último. Amar ha sido una experiencia única, y te debo eso. Amarte ha sido increíble. 
Ahora me toca amar al mundo como antes ya hacía, pero añadiéndole ese amor que había reservado solamente para ti. Así, tal vez pueda amar a alguien más. Y esta vez será alguien que me ame a mí tanto como yo te amo a ti. 
No recuerdo quien me lo dijo pero algo de razón tendría: quiere a quien te quiera y no a quien quieres.
A priori no parece tener mucho sentido, pero la estrategia inicial no me ha funcionado así que pasaremos al plan B. 

Voy a estudiar, esto es ridículo, hablando a un puto ordenador que ni siquiera puede hacerse una idea de lo que es querer. Querido ordenador: si escuchas esto, si estás ahí, quiero que sepas que me siento tan inerte como tú. Siento un vacío extraño y una desconfianza hacia el mundo terrible, una especie de repulsión instantánea... Tengo un nuevo mecanismo de defensa, como un antivirus: decir que no. En la escuela deberían enseñar a decir que no, y yo por un tiempo tengo que decirle no al amor. 
No a los sentimientos. No a entregar lo que soy a nadie. No nunca más, no voy a dar hasta que no sepa que habrá una respuesta detrás, alguien fiel y firme que no tiemble ante la tormenta, con quien seamos capaces de sujetarnos contra todo lo que venga. Quiero esa seguridad, mirar a alguien a los ojos y saber que no solo es amor, es compromiso. 

Soñar es gratis, no? 

PD. espero no suspender mañana Didáctica de las mates, es una mierda enorme de asignatura. 



2019: Aprobé el examen, aunque recuerdo que mi mente estaba más pendiente del torbellino de ecuaciones  en los que la principal incógnita éramos nosotros. En cuanto a lo del amor, el compromiso, esas mierdas... mi decisión sigue tajante en la dirección de la soledad. Ahora la búsqueda de compromiso la busco al otro lado del espejo, en un intento de recomponer una imagen  de mi difuminada por la experiencia de la intensidad más sentida. Necesito un poco de Ego y de auto-definición. El amor romántico queda relegado a los libros o al arte de otras vidas. La mía está purificándose del significado que éste tiene y el que realmente quiero que tenga para mí. Esto es todo, una entrada sin título completada a día de hoy.    



Esto también es para mí

Ganas de potar repentinas y sin más. Se han ido tan rápido como mi estómago las sintió vivas e intrusas dentro de mí.
Un momento crees que todo va bien, de repente estallas en todos los campos de tu vida. Eso ha sido esta mañana. La relación con mi familia es mala pero es mía. La relación conmigo también.
Escuchar a los demás es difícil cuando dais todos tanto por culo, cuando me insultáis de aquella manera por vuestro lado. Luego viene la hora del abrazo, de los llantos, de la locura. Parece que entendemos todos, que el abrazo crea otra vez la unión, que todo se ha dicho y queda por ende perdonado.
No sientes que seas tú, yo tampoco me siento yo. ¿Qué es ser uno mismo? Menudo lío, ¿No crees?
Siempre duele igual, con el pinchazo extraño en el pecho, como si fueras a morir. Yo también me duelo, o me dolía. Ya no lo sé. Te sueño y eso sí que son agujas de coser, de algún número por encima de lo establecido en el umbral del dolor. Y me coso con ellas tu puta oniria que esta noche ha venido a molestarme.

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Prosa poética

Despiértate, vamos a soñar los dos. 
Vamos a dejarnos vagar por los mudos versos de tu voz. 
Despiértate.... vamos a esquivar a Dios zigzagueando por las nubes de tu cuarto, derrapando por la nieve de tus paredes, sin que el gotelé detecte nuestra esencia a vainilla...

He dejado una nota en tu escritorio, no la leas todavía. 
Espera a que me vaya, a que el sordo peso de la puerta se funda con el dintel. A que me pierda fielmente al otro lado de la madera, y léeme. 

"Descífranos, almas sin cuerpo, criaturas sin creador. Nunca coincidimos, siempre devolvimos el cambio al vendedor. Descífranos, cifras impares; partículas del aire hechas cenizas. 
Los restos que resultan del ardor de una puesta de Sol, observando un arco sin arquero (superviviente del tiempo) abrazados desde un mirador".

Despiértame, que quiero soñar contigo.
Acerca tu boca a mi oído y dime que hacia delante es la única opción.
Despiértame, dime que lo ves tan claro que no hay faro más argénteo que tu razón.
Y la verdad es que no hay razones, no hay motivos que accionen o accidentalmente disuadan o refrenen el impulso que nos arroja en pos del otro. Es simplemente un hecho, innato, propio de los latidos que se acompasan de tu pecho al mio. Propio de los dos.

Retratos, ambiguo y androgino - couple portraits, androgynous, androgen.


jueves, 14 de enero de 2016

Poquito a poco

Poquito a poco, no vaya a ser que saturemos el instante y cubramos de niebla lo que ya está despejado. Una incógnita menos, una solución más.

Poquito a poco, besito a beso. Y mejillas rojas por la huella de unos labios.
No es vergüenza, es un reír y ver que aunque haga frío últimamente no dejo de soñar contigo, en ti y sin ti.

La jaula está abierta, eres libre de volar en tu dirección. Yo ya estoy en el cielo y a veces me poso en un árbol cercano para ver si ya has salido o sigues elaborando la fórmula matemática que te proporcione un majestuoso viaje lejos de allí. Solo tienes que levantar la cabeza y ver que no hay puerta que te impida emprender el rumbo.


Y nos llamarán locos y les devolveremos la sonrisa. 

miércoles, 25 de noviembre de 2015

no se por qué

No se por qué todavía sigues rondando mi cabeza. Por qué se me empañan los ojos o por qué mi corazón sigue retorciéndose en algunos momentos del día.
No se por qué me puse un objetivo tan complicado, ni por qué sigo pensando en un amor que se pasó de rosca y de largo, por qué teclear es más fácil que hablar y hablar ya no tiene sentido.
No entiendo las ganas que tenía de que fuera eterno, cuando nada en la vida lo es, empezando por la propia vida y nuestra condición de mortales. Pero solo se debería morir una vez y yo ya debo de haber vivido varias vidas contigo.
No se por qué me gustaría volver  a sentir que me quieres y que te quiero más que a nada en este mundo, ni por qué solo los momentos de debilidad emocional me proporcionan la estupidez necesaria para hacerte llegar todo lo que, durante mis momentos de raciocinio, te sigo echando de menos.
No entiendo, no comprendo, si no es por la respuesta que tantas veces he querido negar para no hacerme daño: te quiero.
Pero por alguna razón no funciona, no tiene pilas o no encaja con la pieza del puzzle con la que antes se complementaba. No fluye electricidad entre el enchufe y la toma de corriente, el semáforo se ha quedado en un ámbar fijo  de precaución para que no vuelva a salir atropellada.
No entiendo por qué a pesar de todo me gustaría volver atrás y cambiar partes, intentar aguantar un verano, o ser tan cómplices como la amistad genuina y pura que conseguimos construir durante la primera etapa del camino.
No entiendo por qué la luna sigue volviendo a estar llena y a iluminar el cielo con tu nombre ni por qué en mi mano está el vacío de la tuya, ni por qué a veces solo quiero abrazarte y que me abraces y poner banda sonora a la gente que corre por la calle. Por qué nos imagino paseando por Madrid, durmiendo abrazados o cuidando del otro cuando está enfermo. Por qué nos dibujo tocando la guitarra y debatiendo sobre mil temas y leyendo y riéndonos por cosas que nadie más puede entender. Por qué comer chicles, regalices, pizza, hamburguesas, y cualquier comida con limón me recuerda a ti. Por qué me muero de ganas de que termines el boceto de mi cuerpo sobre tu cama, de escucharte decirme cómo se tienen que comer los espaguetis o ver una película a tu lado y apoyar mi cabeza en tu brazo o en tu pecho. No entiendo por qué sigo preguntándome si hago lo correcto al renunciar a la ternura exquisita de tus labios y a su calor cuando descansan en mi cuello.

No entiendo esto si, a pesar de todo soy feliz. Soy realmente feliz.

Creo que el tiempo se puede disfrazar de enfermero y de maestro, y enseñarte que cada cosa sucede en un momento y que según avanzan las agujas en el interior del reloj las heridas cicatrizan. Tú has sido muchas cosas, pero no una herida. La herida es el espacio, la nada que quedó en tu ausencia cuando te ibas, ese agujero negro que tengo que coser cada vez que se agrieta y que debe tener más de cien parches de todas las texturas y colores.

No se por qué pero necesitaba escribir, y liberarme de esa sensación que me venía persiguiendo estos días de luna llena.

Nada más por el momento, besos: Yo.