sábado, 5 de julio de 2014

Días de playa

Ya tengo ganas. ¿Ganas? Eso es poco decir en relación con el entusiasmo que recorre mi cuerpo solo con imaginarnos en la playa. Ya no es solo pasar los días y las noches sino el simple hecho de estar contigo. Pero ¡ah! las noches. (Suspiro). Despertarnos bañados en el sudor de nuestros cuerpos que han pasado abrazados bajo la mirada de la luna... No son ganas, es un deseo incontrolable.
Y también pasear por el puerto, bailar hasta muy tarde al son de el vals que entona el mar y construir nuevas constelaciones imaginando que tenemos un pincel mágico capaz de unir estrellas.
Conocer a tus amigos, de los que tanto hablas, conocer tus recuerdos y tu infancia. Asimilar sus voces, la melodía que tiñe tu memoria y aprendérmela al dedillo para poder saber más y más acerca de ti.
Quererte, tal vez incluso con más fuerza de la que ya te quiero. Guardar silencio, escucharte, aprovechar cada segundo que nos brinde el tiempo.
Pasar a tu lado unos maravillosos e irrepetibles días de playa.