miércoles, 23 de octubre de 2019

Aunque tú no lo sepas

Aunque tú no lo sepas, aunque a tí no te importe, aunque te de igual la vida o aunque la ames, aún sigo pensando en lo mucho que nos quisimos. Tranquilo, ya no siento ese tipo de emociones tan intensas al recordarte, pero es extrañamente divertido encontrar tu silueta en sueños (todavía). 

Hay más cosas que no sabes, como que soy muy feliz, inmensamente feliz, o que me he tomado un año sabático de besos (totalmente teórico) en el que (totalmente en la práctica) me he encontrado a mí misma. Sí, me había perdido. En nosotros, en lo nuestro. Eso tampoco lo sabías. Ignoras por tanto que tuve mis dificultades para arriesgarme a querer-me- y querer al mundo de nuevo, por miedo a que tanto derroche de amor pudiera dañarme tanto como lo hizo el final de nuestra relación. (Aquí cada uno dramatiza el texto de su propio teatro a su manera, y en la improvisación de mi vida en este aspecto he querido dejarme fluir por las emociones de la mejor forma en la que he sabido).

El tiempo me ha permitido sangrar y recomponerme, incluso salir fortalecida del dolor de la pérdida. No es que piense que estés muerto, pero sí que te tengo archivado como una muerte simbólica en mi cabeza. Y toda muerte conlleva su proceso de duelo hasta la aceptación, momento en el que rehaces tu vida adaptándote a esa ausencia.

Por último matizar que no escribo esto para tí, sino para mí. Últimamente lo hago todo para mí, y Dios, qué bien sienta. Echaba de menos ser tan genuinamente yo, tan desnuda y animada, tan llena de vida y de energía. (auto-high-five). Como ese Giraluna que ha dormido por el día y ha cargado sus pilas de por vida tomando el Sol en completa armonía con ella misma y la Naturaleza, y ahora ya no necesita dormir nunca más, y se pasará los días y las noches cantándole a la Luna  (porque es Hija de la Luna) y trepando por las nubes (porque allí es a donde pertenece su alma). 

Pd. He conocido a alguien, un ser del multiverso que ha despertado en mí el deseo de amar a otra persona, como alguna vez te amé a tí, aunque esta vez de manera diferente. Porque yo soy diferente, y él... bueno, él es, existe y existe en mi vida, y eso -simplemente- es maravilloso. 

Así que supongo que lo que quiero decir con todo esto es "Gracias". Porque sin tu paso por mi camino no me sentiría tan dueña de mí a día de hoy, y  -AUNQUE TÚ NO LO SEPAS- te estoy eternamente agradecida por ello.

Un cordial saludo que cierra definitivamente nuestra historia, 

Att. Lady Winter.