POSIT

POEMA V

Volaste lejos y batiste tus alas
calmando el ardor de mis heridas.
Te fuiste, te olvidé y volviste
para dibujar en mi memoria de nuevo tus ojos.
Tus labios empapan los míos,
los queman, me hacen desaparecer.
Tu olor eclipsa el oxígeno
que apenas se atreve a mantenerme con vida.
Mi vida.
Qué importa que te fueras si nunca te dejaré marchar...
Qué más da si duele porque sigues a mi lado.
Otro lado, otra cara de la moneda que desconocía.
Y sigo preguntándome ¿por qué? o ¿cuándo? o ¿cómo?
Y sigues callado.
Tengo frío y tu piel me envuelve.
No quiero decir nada más.
No tengo nada más que decir.