lunes, 25 de marzo de 2019

Esto también es para mí

Ganas de potar repentinas y sin más. Se han ido tan rápido como mi estómago las sintió vivas e intrusas dentro de mí.
Un momento crees que todo va bien, de repente estallas en todos los campos de tu vida. Eso ha sido esta mañana. La relación con mi familia es mala pero es mía. La relación conmigo también.
Escuchar a los demás es difícil cuando dais todos tanto por culo, cuando me insultáis de aquella manera por vuestro lado. Luego viene la hora del abrazo, de los llantos, de la locura. Parece que entendemos todos, que el abrazo crea otra vez la unión, que todo se ha dicho y queda por ende perdonado.
No sientes que seas tú, yo tampoco me siento yo. ¿Qué es ser uno mismo? Menudo lío, ¿No crees?
Siempre duele igual, con el pinchazo extraño en el pecho, como si fueras a morir. Yo también me duelo, o me dolía. Ya no lo sé. Te sueño y eso sí que son agujas de coser, de algún número por encima de lo establecido en el umbral del dolor. Y me coso con ellas tu puta oniria que esta noche ha venido a molestarme.

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